Respirar, respiramos todas, pero no al máximo de nuestro potencial.
Para usar la respiración como terapia necesitamos entrenar la musculatura y tomar consciencia de ella. El trabajo no es intenso pero requiere un esfuerzo al tratarse de algo que no estamos acostumbradas y constancia para experimentar los cambios físicos y químicos que buscamos.
Con este entrenamiento conseguiremos eliminar restricciones en la musculatura respiratoria (tórax y diafragma), aumentar la capacidad pulmonar, mejorar el drenaje abdominal potenciando la desinflamación, y mejorar las funciones mentales gracias al cambio del PH químico por la mejor oxigenación de la sangre.