La única referencia que se tiene de la Postura Ideal es mantener el cuello y espalda lo más rectos posibles, hombros hacia atrás y sacando el pecho. Casi siempre se hace referencia a la postura estática.
En primer lugar cada organismo es único y diferente y pocas veces estamos estáticos.
De acuerdo a algunos criterios mecánicos:
«La postura ideal es aquella que utiliza la mínima tensión y rigidez, y permite la máxima eficacia con el mínimo gasto de nuestra energía».
Con esto, podemos ver que la postura ideal es la que nos permite realizar nuestras actividades cotidianas con el mínimo esfuerzo y tensión. El problema vendrá cuando nos veamos obligados a mantener la misma postura (estática o con un movimiento repetitivo y limitado) por largos periodos de tiempo.
Aunque estemos parados la postura requiere que algunos músculos se mantengan activos, el cuerpo necesita ajustarse para que dicha tensión quede lo más repartida posible y mantenerse en movimiento para equilibrar. De otro modo, aquel grupo muscular recibirá una sobrecarga y cuando se agote, otras partes del cuerpo se activarán para compensar.