De acuerdo, lo tengo claro. Me preparo con mi bebé. Por la noche parece un buen momento, después del baño, por ejemplo. Ay, no se por dónde empezar. ¿Y si le hago daño? Vaya, parece parece que le molesta, ¿tendrá frío? Ostras, se pone a llorar, pero, espera que acabe de darte este masajito rico, cariño, que te sentará genial. ¿Tienes hambre? Ya, en seguida acabo…